1° El Rey
David dijo que no tenía paz causa de sus
pecados, y el pecado es la desobediencia a Dios.
Salmo 38:3 Nada hay
sano en mi carne, a causa de tu ira; Ni hay paz en mis huesos, a causa de mi
pecado.
2° El profeta Isaías, en dos versos distintos, dice en
otras palabras que “Los malvados no tienen paz”.
Isaías 48:22
No hay paz para los malvados, dice Jehová.
Isaías 57:21 No hay paz, dijo mi Dios, para los impíos.
3° El capítulo 59 de Isaías, enseña que el pecado nos separa de Dios, y obviamente
también de sus bendiciones, como la paz por ejemplo. Este capítulo muestra que
vivir injustamente, que vivir en pecados, es como andar por caminos torcidos,
en los cuales no hay justicia, ni paz.
Isaías 59:8 No conocieron camino de paz, ni hay justicia
en sus caminos; sus veredas son torcidas; cualquiera que por ellas fuere, no
conocerá paz.
4° En el capítulo 26 de
Levítico, se aprecia los mandamientos que estableció Dios, para el pueblo de
Israel, mostrando también las bendiciones por obedecerlas y los castigos por
desobedecerlas.
Pero si no me oyereis, ni hiciereis todos
estos mis mandamientos,
y si desdeñareis mis decretos, y vuestra
alma menospreciare mis estatutos,
no ejecutando todos mis mandamientos, e
invalidando mi pacto,
yo también haré con vosotros esto:
enviaré sobre vosotros terror, extenuación
y calentura,
que consuman los ojos y atormenten el alma…
(Levítico
26:14-16)
Claramente
podemos ver que el pecado, que la desobediencia, aleja la paz de Dios de
nuestras vidas.
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