No
seas vencido de lo malo, sino vence con el bien el mal. (Rom 12:21)
Necesitamos el Bien para vencer el mal,
pero el bien de Dios, de Jesucristo en nosotros, entonces así se cumplirá lo
que el verso nos dice y obtendremos la victoria sobre el mal (Rom. 8:31; 8:37), es mediante Dios,
mediante Jesucristo, porque solamente él venció el pecado, la muerte, el mal.
Dios nos manda a seguir la Paz (Heb. 12:14), a ser pacificadores (Mt. 5:9), y debemos obedecerlo, aunque
es difícil estar bien con todos, por que puede que haya personas a las que no
les agrademos, y que obviamente no nos traten Bien, en tal caso algunas personas que
viven sin Dios en sus vidas, reaccionan devolviendo mal por mal, pero nosotros
los que hemos aceptado a Jesucristo, debemos seguir sus
enseñanzas, y algunas de ellas son:
- “Amar
a los enemigos” (Mt. 5:44),
- “No
vengarnos” (Rom. 12:19),
- “No
devolver mal por mal” (Rom. 12:17;
1 P 3:9),
- “perdonar
las ofensas” (Mt.
6:15),
Para vencer el mal, es importante
obedecer esas enseñanzas de Jesús. Pero para actuar de esa manera, necesitamos
la ayuda de Dios, de su Espíritu Santo, para que nos llene de amor por nuestros
enemigos, y todo lo necesario para obrar como es debido y vencer. Si obedecemos
a Jesús y amamos a los enemigos, obtendremos victoria, porque la obediencia a
Dios trae bendición a nuestras vidas, en cambio a aquellos que obran mal, los
siguientes versos nos muestran algunas de las cosas que les suceden:
El
que da mal por bien, No se apartará el mal de su casa. (Pr. 17:13)
21 Si el que te
aborrece tuviere hambre, dale de comer pan, Y si tuviere sed, dale de beber
agua; 22 Porque ascuas
amontonarás sobre su cabeza, Y Jehová te lo pagará. (Pr. 25)
Por
lo tanto ya no debemos vengarnos de nuestros enemigos, pues eso es contrario a
lo que Dios manda, en relación a esto la Biblia nos dice lo siguiente;
No
os venguéis vosotros mismos, amados míos, sino dejad lugar a la ira de Dios;
porque escrito está: Mía es la venganza, yo pagaré, dice el Señor. (Rom. 12:19)
Así que no debemos permitir que la maldad
de otra persona produzca maldad en nosotros, pues Dios nos manda a bendecir a
los que nos maldicen, porque si devolviéramos mal por mal, estaríamos desobedeciendo
y dejando que el mal venza. Si permitimos que la maldad de una persona, nos
lleve a obrar mal, entonces estamos siendo controlados y vencidos por el mal; pero
no debemos permitir eso, no debemos dar ese poder, si nos hemos entregados a
Dios, debe ser Cristo quien gobierna nuestras vidas, no quienes hacen el mal, debe
ser Cristo quien determina nuestras actitudes, pensamientos y acciones.
Gracias
por visitar el Blog, que Dios te bendiga.
En nombre de Jesucristo, amén.
Base Bíblica
Mateo 5:9
Bienaventurados los pacificadores, porque ellos serán llamados hijos de Dios.
Romanos 8:31 ¿Qué, pues,
diremos a esto? Si Dios es por nosotros, ¿quién contra nosotros?
Romanos 8:37 Antes, en
todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó.
Hebreos 12:14 Seguid la paz
con todos, y la santidad, sin la cual nadie verá al Señor.
Romanos 12:17 No paguéis a
nadie mal por mal; procurad lo bueno delante de todos los hombres.
1 Pedro 3:9 no devolviendo
mal por mal, ni maldición por maldición, sino por el contrario, bendiciendo,
sabiendo que fuisteis llamados para que heredaseis bendición.
Mateo
6:15 mas si no perdonáis a los hombres sus ofensas, tampoco
vuestro Padre os perdonará vuestras ofensas.
Mateo 5:44 Pero yo os digo: Amad a vuestros
enemigos, bendecid a los que os maldicen, haced bien a los que os aborrecen, y
orad por los que os ultrajan y os persiguen;
Romanos 12:19 No os venguéis
vosotros mismos, amados míos, sino dejad lugar a la ira de Dios; porque escrito
está: Mía es la venganza, yo pagaré, dice el Señor.
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