martes, 28 de mayo de 2019

La Armadura de Dios

Este último capítulo tiene su particularidad, pues aquí se presenta "La Armadura De Dios" la cual Dios da a su pueblo, pero también vemos el mandamiento de obedecer a los padres, pues es algo justo para Dios, y que nos manda a hacer, y nos recuerda también que es el primer mandamiento con promesa, cuya recompensa es que nos vaya bien y tengamos larga vida. También a los padres, se nos manda a no provocar a ira a nuestros hijos, sino a criarlos con disciplina y amonestación de forma agradable a Dios (1-4).
En los tiempos que el apóstol Pablo escribió esta carta, había siervos y amos, de los cuales algunos eran cristianos, y en este capítulo se les dirigen algunos mandamientos como ser: que los siervos sirvan a sus amos con temor y temblor, de buena voluntad, de corazón como sirviendo a Cristo, y agregando que el bien que cada uno de todos nosotros hiciéremos, eso mismo recibiremos de Cristo. Con respecto a los amos, se les dice en otras palabras, que traten a sus siervos de forma agradable a Dios, dejando las amenazas, y que tantos siervos y amos tienen un mismo Señor que es Cristo, el cual no hace diferencia de personas (5-9).
En este capítulo se nos habla de una lucha, pero no en el mundo material, sino en el mundo espiritual, por lo cual debemos fortalecernos en Cristo, y en el poder de su fuerza (10-12), también debemos vestirnos con la armadura de Dios, para poder estar firmes frente a los ataques del Diablo (11), para poder resistir en el día malo, y habiendo acabado todo seguir firmes (13), por lo cual debemos vestirnos con la armadura de Dios para estar firmes, y simbólicamente dice lo siguiente:
- Nuestros lomos debemos ceñirlos con "La Verdad"
- Debemos vestirnos con la coraza de "Justicia"
- Calzarnos los pies con "El Evangelio De La Paz"
- Sobre todo tomar "el Escudo de la Fe", con el cual podemos apagar los dardos de fuego del maligno.
- Tomar el yelmo (casco) de la salvación
- Y tomar la espada del Espíritu, la cual es "La Palabra De Dios"

También debemos orar debidamente, con suplicas y en el espíritu, cuidando y atendiendo la oración en nuestras vidas, y también pidiendo en nuestras oraciones por el pueblo de Dios (18).
Gracias por visitar el Blog, Dios te bendiga.


En nombre de Jesucristo, amén.
Base Bíblica: Efesios, Capitulo 6

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