ÉXODO
En el libro de Éxodo, encontramos el relato del problema
que tuvo Moisés cuando intentó gobernar a toda la nación de Israel sin ayuda de
nadie. Recordemos la sugerencia de Jetro, su suegro, quien le dijo que no debía
llevar a cabo todo ese trabajo él solo y que tenía que compartir esa
supervisión. Cuando pronunció los requisitos que debían reunir aquellos que
cumplieran este papel de jueces en Israel, dice:
“Además, escogerás de entre todo el pueblo hombres capaces, temerosos
de Dios, hombres veraces que aborrezcan las ganancias deshonestas, y los
pondrás sobre el pueblo como jefes de mil, de cien, de cincuenta y de diez”
(Éxodo 18:21).
Esos hombres que debían administrar justicia en el pueblo de
Israel, debían ser personas temerosas
de Dios…
Después de haberlos liberado de la esclavitud en
Egipto, Dios se reveló al pueblo de Israel de una manera majestuosa, porque
quería crear en ellos una impresión permanente, una sensación imborrable de Su
majestad y poder. Dios quería enseñarle a Su pueblo a temerle, a servirle y
obedecerle con temor y reverencia, y apartarse del pecado.
Y Moisés respondió al pueblo: No temáis; porque
para probaros vino Dios, y para que su temor esté delante de vosotros, para que
no pequéis. (Éxodo 20:20)
DEUTERONOMIO
En los siguientes versos vemos las relaciones entre
el temor de Jehová, la obediencia a sus mandamientos y la bendición en nuestras
vidas
!Quién diera que
tuviesen tal corazón, que me temiesen y guardasen todos los días todos mis
mandamientos, para que a ellos y a sus hijos les fuese bien para siempre! (Deuteronomio 5:29)
Estos, pues, son los
mandamientos, estatutos y decretos que Jehová vuestro Dios mandó que os
enseñase, para que los pongáis por obra en la tierra a la cual pasáis vosotros
para tomarla; para que temas a Jehová tu Dios, guardando todos sus estatutos y
sus mandamientos que yo te mando, tú, tu hijo, y el hijo de tu hijo, todos los
días de tu vida, para que tus días sean prolongados. (Deuteronomio 6:1-2)
A
seguir vemos lo que está en el corazón de Dios: El desea que le temamos y le
reverenciemos para nuestro propio bien, y que solo le sirvamos a él.
A Jehová tu Dios
temerás, y a él solo servirás, y por su nombre jurarás. (Deuteronomio 6:13)
EL LIBRO DE JOB
Hubo en tierra de Uz un
varón llamado Job; y era este hombre perfecto y recto, temeroso de Dios y
apartado del mal. (Job 1:1)
Cuando vamos al libro de
Job, vemos el trato de Dios con un santo individual del Antiguo Testamento, el
libro comienza con estas palabras: “Hubo un hombre en la tierra de Uz llamado
Job; y era aquel hombre intachable, recto […]” (Job 1:1), y luego,
tenemos el alma interna de esa vida: “temeroso
de Dios”. Este primer verso describe su comportamiento externo, es un
hombre piadoso, y luego, Dios nos dice que el alma de esa piedad era su temor
de Dios.
Este pensamiento queda
recalcado en el versículo ocho:
Y Jehová dijo a Satanás: ¿No has considerado a mi
siervo Job, que no hay otro como él en la tierra, varón perfecto y recto,
temeroso de Dios y apartado del mal? (Job 1:8)
Podemos apreciar que su vida
piadosa, su vida consagrada a Jehová se debía a su profundo temor de Dios. También en este libro vemos
que el Temor de Jehová es la sabiduría.
Y dijo al hombre: He aquí que el temor del Señor es la sabiduría... (Job 28:28)
LOS SALMOS
Veamos a continuación el
libro de los Salmos donde encontramos varias referencias en cuanto al temor de
Dios.
El Salmo 2 claramente
dice que debemos servir a Dios, y como debemos servirlo.
Servid a Jehová con temor,
Y alegraos con temblor.
(Salmo 2:11)
El Salmo 67, expresa sobre
que la tierra entera conozca el camino de Dios, su salvación, de que todos lo
alaben, y que Dios bendecirá, y finaliza ordenando que toda la tierra tenga
temor de Jehová
Bendíganos Dios, Y témanlo
todos los términos de la tierra. (Salmo 67:7)
El Salmo 103 contiene
varias referencias al temor de Dios que tienen un hilo en común: nos enseñan
que el temor de Dios es una característica indispensable del pueblo de Dios.
Tanto es así que, cuando uno quiere describir al pueblo de Dios, se puede
utilizar una frase sinónima: aquellos que son temerosos de Dios. El pueblo de
Dios es el grupo de aquellos que temen a Dios. Observemos el versículo once:
Porque como la altura de
los cielos sobre la tierra, Engrandeció su misericordia sobre los que le temen.
(Salmo 103:11)
¿Acaso dice que su
misericordia sea para todos los hombres? No. El salmista dice que su
misericordia está sobre los que le temen. Su amor particular es para su pueblo.
¿Y quiénes componen ese pueblo? aquellos que le temen. Si no hay temor de Él,
no hay misericordia. El versículo trece hace una afirmación similar:
Como el padre se compadece
de los hijos, Se compadece Jehová de los que le temen. (Salmo 103:13)
“Los que le temen” es sinónimo de “sus hijos”.
Esto dice que si no tengo temor de Dios no tengo derecho a decir que soy uno de
sus hijos. El salmista concibe al pueblo de Dios como el grupo de aquellos que,
están marcados por esta característica del temor de Dios.
Mas la misericordia de Jehová es desde la eternidad y hasta la
eternidad sobre los que le temen, Y su justicia sobre los hijos de los hijos; Sobre
los que guardan su pacto, Y los que se acuerdan de sus mandamientos para
ponerlos por obra. (Salmo 103:17-18)
PROVERBIOS
Proverbios es uno de en de los
libros de la Biblia, en el cual se menciona varias veces el temor de Jehová
Salomón presenta el libro de
Proverbios, como un libro de texto lleno de sabios consejos y con un propósito
múltiple, a medida que comienza a exponer el sendero que conduce a alcanzar el
conocimiento y la sabiduría, justo al principio de su discurso, hace esta
declaración:
El principio de la sabiduría es el temor de Jehová; Los insensatos
desprecian la sabiduría y la enseñanza. (Proverbios 1:7)
La sabiduría nos llevará a ser precavidos y
evitar meternos en situaciones que puedan inducirnos a pecar.
El temor de Jehová es el principio de la sabiduría, Y el
conocimiento del Santísimo es la inteligencia. (Proverbios 9:10)
El temor de Dios es aborrecer el mal. Lo que
Dios desea es producir en nuestros corazones un aborrecimiento profundo hacia
el pecado y un amor por hacer lo bueno.
El temor de Jehová es aborrecer el mal; La soberbia y la arrogancia,
el mal camino, Y la boca perversa, aborrezco. (Proverbios 8:13)
El temor de Jehová da fuerte
confianza, esperanza, vida abundante y nos aleja de la muerte
En el temor de
Jehová está la fuerte confianza; Y esperanza tendrán sus hijos. El temor de
Jehová es manantial de vida para apartarse de los lazos de la muerte. (Proverbios 14:26-27)
ECLESIASTÉS
En el libro de Eclesiastés oímos
a ese hombre que analizó todas las vías posibles por las que un hombre puede
transitar para encontrar el significado de la vida y para hallar la
satisfacción en ella. Después de descender por alguno de esos senderos y, los
cuales algunos parecen ser dulces caminos, al principio, pero, al ir avanzando,
vio que no eran más que vanidad y aflicción; y concluye con la siguiente reflexión:
El fin de todo el discurso oído es este: Teme a Dios, y guarda sus
mandamientos; porque esto es el todo del hombre. (Eclesiastés 12:13).
Este es el verdadero
significado de la vida. Aquí es donde ves de qué trata la vida realmente. ¿Cuál
es el resumen de la totalidad del deber del hombre? ¿Cómo se llega a encontrar
el verdadero sentido de la vida? De esta manera: “Teme a Dios y guarda sus
mandamientos”.
LOS PROFETAS
ISAÍAS
En el libro de Isaías
encontramos unos versos que expresan ciertas cualidades de Cristo, y una de
ellas es el temor de Jehová, veámoslo
Saldrá una vara del tronco de Isaí, y un vástago retoñará de sus
raíces. Y reposará sobre él el Espíritu de Jehová; espíritu de sabiduría y de
inteligencia, espíritu de consejo y de poder, espíritu de conocimiento y de
temor de Jehová. Y le hará entender diligente en el temor de Jehová… (Isaías 11:1-3).
En estos versos vemos que en
dos oportunidades se menciona el temor de Jehová, demostrándonos con ello su
importancia, demostrándonos que Jesús mismo en su ministerio terrenal se movía
con temor de Jehová, así que cuanto más nosotros debemos hacerlo.
JEREMÍAS
En el capítulo 32 de Jeremías
habla del Nuevo Pacto, que Cristo introduciría por medio de sus propios
sufrimientos y muerte, también menciona, que Dios pondrá temor de Jehová en
nuestros corazones, con el fin de no apartarnos de él.
Y me serán por pueblo, y yo seré a ellos por Dios. Y les daré un
corazón, y un camino, para que me teman perpetuamente, para que tengan bien
ellos, y sus hijos después de ellos. Y haré con ellos pacto eterno, que no me
volveré atrás de hacerles bien, y pondré mi temor en el corazón de ellos, para
que no se aparten de mí. (Jeremías 32:38-40)
Dios dice que si has
compartido en tu interior los beneficios de ese pacto, una de las
características dominantes de tu vida será que tendrás temor de Dios. Vemos que
el temor de Dios es un tema primordial en el propio Nuevo Pacto.
Por supuesto que estas son
solo algunas referencias sobre el temor de Jehová, que se pueden encontrar en
el Antiguo Testamento. Vemos que el temor de Dios, es un tema importante en el
Antiguo Testamento, y no se trata de una virtud secundaria, sino que es
absolutamente esencial en una vida agradable a Dios.
Gracias por visitar el Blog, Dios te bendiga.
En
nombre de Jesucristo, amén.