jueves, 25 de junio de 2015

Creados Para Adorar Al Creador


En La adoración está implícito el anhelo de agradar a Dios y
complacerle. La máxima expresión de amor es adorar, por lo tanto adorar es amar. Adorar a Dios, es amarle; cuando uno ama a Dios, todo lo que hace es para su gloria, todo lo que hace es para agradarle. Dice la Biblia, que Todo lo que hacemos lo tenemos que hacer para la gloria de Dios.
Cuando hacemos lo que a él le agrada, Dios se deleita en nosotros. Una persona que hace lo que Dios quiere, le da gloria a Dios, le está adorando.
Si Dios está en primer lugar en nuestra vida, lo buscaremos, haremos lo que a él le agrada y lo que él quiere, le dedicaremos atención, tiempo y esfuerzo y de esa forma honraríamos y daríamos gloria a Dios.
Es necesario que la adoración sea un fruto natural de nuestro ser,  un desbordamiento de un corazón agradecido y humillado, reconociendo el gran amor que tiene Dios por nosotros y Su grandiosa majestad. Hay que obligar a nuestra alma a adorar a Dios, fuimos creados para Adorar a Dios, para tener comunión con Dios y vivir en una relación muy íntima con Él. Fuimos creados para rendir honor, homenaje y reverencia a Dios.
Un verdadero adorador se entrega por completo a Dios, se rinde incondicionalmente a Él, sin reservas Y obedece siempre.

Jesús le mostró a la mujer samaritana que es con un corazón rendido completamente como se adora a Dios.

Pero se acerca la hora, y ha llegado ya, en que los verdaderos adoradores rendirán culto al Padre en espíritu y en verdad, porque así quiere el Padre que sean los que le adoren. Dios es espíritu, y quienes lo adoran deben hacerlo en espíritu y en verdad. (Juan 4:23-24)

En este pasaje bíblico dice que Dios busca adoración, que busca adoradores genuinos y de corazón, con un concepto claro de quién es Él y que ha hecho por nosotros. Dios nos está buscando para que vivamos en intimidad con Él, está buscando una adoración de corazón, de lo más profundo del hombre. Dios anhela esa comunión, esa adoración nuestra, ese corazón desbordado que reconoce Su amor y Su majestad.
La adoración debe ser como el aire que respiramos, es decir algo indispensable, y debemos hacerlo con intensidad, con pasión y que llegue a alcanzar todo nuestro ser.

Nada hay más grandioso ni digno para el hombre que adorar a su Creador. Cuando el hombre huye de esta necesidad, de este mandato se sale de su lugar y no encuentra el equilibrio, la paz y la felicidad que busca.
Vivamos como adoradores, que amemos y sirvamos de corazón al Señor. Hemos sido elegidos para ser adoradores del Dios vivo. Nacimos para adorar a Dios, para que él sea el mayor bien de nuestra vida, que él sea a quien decidimos otorgar el mayor valor de nuestra vida, hasta morir por él, que nuestra vida gire en torno a agradarle, Porque eso nos dará plenitud y nos hará sentirnos realizados. Dejemos que él sea el tesoro de nuestra vida para que allí también esté nuestro corazón.

…escrito está: Al Señor tu Dios adorarás, y a él solo servirás. (Mt 4,10)

La adoración le pertenece única y exclusivamente a Dios, y cuando lo hacemos en Espíritu y en verdad establecemos una relación profunda con él, donde todo nuestro ser está en actitud de sometimiento, de entrega, de admiración, anonadado, extasiado, perdido en y por la presencia y la majestad de Dios.
Alguien que entra en un nivel alto de adoración a Dios, se olvida de sí mismo para dejarse mover por el Espíritu que lo empuja más hacia el Trono majestuoso del Señor, Es entonces cuando se pone al alcance de las mayores bendiciones que el Señor tiene reservadas para quienes le adoran en Espíritu y en Verdad. Dice el Señor "Deléitate en mí y yo te concederé los deseos de tu corazón"

Algunas definiciones de adoración

•  Adorar a Dios es reverenciar con sumo honor y respeto; rendir a Dios el culto que le es debido, es amarlo en extremo. Es la reverencia que se rinde a Dios por sus obras y por lo que es él.
•  Adorar a Dios es la respuesta apropiada del hombre, con palabras y expresiones, a la revelación del amor de Dios, a través de Jesucristo, con El y en El.
•  Adorar a Dios es expresar reverencia, tener un sentimiento de temor. Inclinarse delante del Dios Todopoderoso. Es Rendir homenaje. Es la respuesta que el ser humano da a Dios por su infinito amor a nosotros. La adoración es la forma más alta de alabanza.
•  La adoración es la capacidad de magnificar a Dios con todo ser, espíritu, alma y cuerpo.
•  Adorar a Dios es reconocerle como Creador, Salvador, Señor y Dueño de todo lo que existe.
•  Adorar a Dios es alabarlo, exaltarle y humillarnos ante El, confesando con gratitud que Él ha hecho grandes cosas y que su nombre es santo.
•  La adoración es un acto del hombre redimido, hacia Dios, su Creador, por el cual su voluntad, intelecto y emociones responden agradecidos y con reverencia, honra y devoción a la revelación de la persona de Dios, expresada en la obra redentora de Jesucristo.

•  La adoración es amor extravagante y obediencia extrema.

ORACIÓN DE ADORACIÓN

Señor, quiero agradarte con mis pensamientos, con mis palabras, con mis hechos;
Que cada cosa que yo haga que sea para ti,
Transfórmame en un adorador, en una persona que te amé.
Señor, no quiero avergonzarme de adorarte a ti,

Quiero que todo el mundo sepa que te amo,
Quiero que seas el primero en mi vida, quiero honrarte,
Quiero que transformes mi vida, mi corazón,
Que no solo te adore en el culto, sino en cada lugar donde voy.

Quiero que obres en mí y que mi adoración atraiga tu presencia y enternezca tu corazón.
Transfórmame Señor, hazme una nueva persona, conviérteme en un adorador,
Que te amé a ti más que a todas las cosas,
Que el mundo sepa que tú eres mi primer amor, el deseado de mi corazón,

En el nombre de Jesús hago esta oración, amén.

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