Promesas Para La Familia

Hay muchas promesas generales en la Biblia para los hijos de cristianos, y pos supuesto que si somos de Dios, tenemos derecho a recibir estas preciosas y grandes promesas siempre y cuando cumplamos nuestra Responsabilidad para con Dios.

Algunas Promesas Familiares:

Isaías 54:13 Y todos tus hijos serán enseñados por Jehová; y se multiplicará la paz de tus hijos.
Hechos 16:31... Cree en el Señor Jesús, y serás salvo, tú y tu casa.

1 Corintios 7:14 – “El marido que no es creyente es santificado por medio de su mujer (creyente), y la mujer que no es creyente es santificada por su marido (creyente); de otra manera vuestros hijos serían inmundos, mas ahora son santos.”

   Estas promesas no quitan la responsabilidad de que el familiar inconverso tenga que arrepentirse y creer para ser salvo, lo que promete es que con padres creyentes, aún uno de los dos, hay mucha influencia positiva y convincente que puede traerlos a la fe a los cónyuges o hijos inconversos; inclusive si los hijos llegan a ser cristianos pueden influir en los padres inconversos para venir ellos a Cristo. Es muy probable que se conviertan los incrédulos donde hay un cristiano fiel en la familia, Dios usa a éstos para enseñar a los hijos y a los padres para que lleguen a ser cristianos también, pero “enseñar” no es lo mismo que salvar.

   No podemos reclamar promesas para nuestros familiares si no perseveramos en oración por ellos y si no vivimos el Evangelio que proclamamos. Miren, amigos, estos dos versículos conocidos del libro de Hebreos:

Hebreos 6:14,15 – “Ciertamente te bendeciré y ciertamente te multiplicaré. Y así, habiendo esperado con paciencia, obtuvo la promesa.”

Hebreos 10:36 – “Porque os es necesaria la paciencia, para que cuando hayas hecho la voluntad de Dios, obtengáis la promesa.”

Dos Condiciones Para Obtener Promesas

-  Una FE paciente que pueda esperar y no desfallecer,

-  y obediencia a la voluntad de Dios, nuestra parte, nuestra fidelidad.

Factores Que Operan En La Conversión De Los Familiares Inconversos:

1. La fidelidad de por lo menos un cristiano que viva y proclame el mensaje de Dios, y que esté orando por ellos.

2. La respuesta del individuo que tiene la responsabilidad personal de arrepentirse y creer en Cristo.

   No podemos “reclamar promesas divinas” si no cumplimos nuestra parte, porque hacer nuestra parte es fundamental en la salvación de familiares y amigos.

   Dios usará a cualquiera que esté dispuesto a permanecer en Cristo y pedir por otros, para así llevar fruto como discípulo de Cristo.

“Si permanecéis en mí y mis palabras permanecen en vosotros, pedid todo lo que queréis y os será hecho. En esto es glorificado mi Padre en que deis mucho fruto y seáis así mis discípulos” (Juan 15:7,8).

“Vosotros no me escogisteis a mí sino que yo os escogí a vosotros y os designé para que vayáis y llevéis fruto, para que todo lo que pidáis al Padre en mi nombre, os lo conceda” (Juan 15:16).

Somos Sus siervos, para evangelizar, especialmente los de nuestra familia.

  No pretendamos que las promesas de Dios sean realidad en nuestras vidas cuando no cumplimos nuestra parte con Dios, tengamos una vida de buen testimonio y obras. Vivamos como Dios manda y oremos por las vidas de los que amamos y Entonces Dios hará Su parte.

“Nadie puede venir a mí, si no lo trae el Padre que me envió...” (Juan 6:44).

Abrazos, Samuel

FUNDAMENTOS PARA LA FAMILIA 123 – Samuel y Cari Clark

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